El suelo pélvico es una estructura muscular que juega un papel crucial en el soporte de los órganos abdominales y en el control de la función urinaria y fecal. Tanto hombres como mujeres pueden beneficiarse de ejercicios destinados a fortalecer esta área, mejorando la continencia y el bienestar general.
El reconocimiento y la activación adecuada de los músculos del suelo pélvico son esenciales para maximizar los beneficios de estos ejercicios. A menudo, se recomienda comenzar bajo la supervisión de un experto en fisioterapia para asegurar la técnica correcta y evitar lesiones.
Para realizar correctamente los ejercicios del suelo pélvico, es esencial identificar y activar el grupo muscular adecuado. Esto se logra mediante la simulación del acto de contener la orina. Al hacerlo, los músculos de la vejiga, el recto y, en las mujeres, la vagina, se contraen y suben.
Es importante no confundir esta contracción con la activación de otros grupos musculares como los abdominales o los glúteos. Una manera sencilla de comprobarlo es introducir un dedo en la vagina o el recto y sentir la contracción al apretar los músculos como si se estuviera conteniendo la orina.
Una rutina efectiva de ejercicios para el suelo pélvico puede incluir los siguientes pasos: vaciar la vejiga antes de empezar, contraer los músculos del suelo pélvico y mantener la contracción durante 10 segundos, luego relajarlos por otros 10 segundos. Este proceso se debe repetir de 10 a 15 veces en cada sesión, realizando de 3 a 5 sesiones diarias.
Conforme se progresa, se pueden incluir ejercicios sobre superficies inestables para aumentar el desafío. Estos ejercicios avanzados no solo fortalecen el suelo pélvico, sino que también mejoran el equilibrio y la estabilidad general del core.
Es crucial que durante la realización de estos ejercicios, los músculos del abdomen, las nalgas y los muslos permanezcan relajados. La sobrecarga de estos puede llevar a una ejecución incorrecta y potencialmente a lesiones o disminución de la eficiencia del ejercicio.
Adicionalmente, es recomendable evitar realizar estos ejercicios mientras se está orinando habitualmente, ya que puede llevar a infecciones urinarias o debilitar la vejiga.
Para usuarios principiantes: Los ejercicios del suelo pélvico son una herramienta sencilla y efectiva para mejorar la calidad de vida. Con un poco de práctica diaria y la atención al detalle en la técnica, se pueden ver mejoras significativas en pocas semanas.
Para usuarios avanzados: La incorporación de superficies inestables y el uso de biorretroalimentación pueden maximizar los resultados de los ejercicios del suelo pélvico, integrando su fortalecimiento en parte de un programa de entrenamiento más amplio que considere el equilibrio y la estabilidad del core.
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